Otra semanita más. El tiempo vuela. Y eso es motivo de que a pesar del cambio radical de vida, estoy feliz. He pasado de tener todas las comodidades posibles a no tener luz, incluso a veces no tener agua, a lavar mi ropa a mano y tener que caminar 40 minutos cada día para ir a trabajar. Y la verdad estoy encantada. Cuantas veces mi madre ha insistido en enseñarme a coser y lavar a mano…
Ha sido una semana llena de emociones: tristeza, felicidad, sorpresa, preocupación…
Tristeza por encontrarme niños recogiendo agua de las calles. Agua que está contaminada; tristeza por ver a niños trabajando como adultos; tristeza por no poder hacer nada.
Felicidad de verlos tan contentos con tan poco. Tenemos mucho que aprender; felicidad de verlos sonreír y reír cada día al encontrarse conmigo.
Sorpresa de tener una fiesta inesperada el día de mi cumpleaños, cuando pensaba que estaba sola; sorpresa al darme cuenta que aquí en Uganda todos ellos son mi familia.
Preocupación al pensar en su futuro; preocupación al saber que la brujería es parte esencial en su vida; preocupación por el rol de la mujer ugandesa; y preocupación por los derechos humanos.
Aún llevo poco tiempo aquí y seguramente me acabaré acostumbrando a su peculiar forma de ver la vida. Pero ahora, me duele y me preocupa.
Es cierto, que siendo piloto militar, puedes sentirte de alguna manera útil para tu país. Pero, a lo largo de mi vida, nunca me he sentido tan útil como ahora. Mis clases de español son para ellos, como una puerta hacia Europa, como una pequeña ilusión que antes no existía. Les encanta y ahora cuando me ven, me saludan en castellano. Los entrenamientos de fútbol, los sacan de la rutina y les hacen sentirse más cerca de sus ídolos. Se sienten importantes y comparten un objetivo común.
El día de mi cumpleaños llegó. No esperaba celebrarlo, ya que estoy sola en Uganda. Gracias a Facebook, un compañero en la escuela se enteró y planeó una sorpresa inolvidable para mí. Reunió a todos los niños en el patio y me cantaron ¨Cumpleaños Feliz¨. Wow, no me lo esperaba y me alegró muchísimo. Ha sido el mejor cumpleaños que he tenido en mi vida. Siempre lo recordaré.
No sé cómo podré compensarles algún día por todo lo que me están dando y enseñando.
¡Hasta la semana que viene! Abrazos desde Uganda.
#ReglaDPCP